El viejo refrán dice: “Lo que mal inicia, mal acaba”. Y así fue el desastroso concierto de Dos Minutos en El Salvador y no fue culpa de la banda sino de nosotros, como escena y de la organización.
A continuación daré una idea de mis impresiones del evento.
La antesala.A continuación daré una idea de mis impresiones del evento.
Antes del concierto se aglomeró un centenar de personas con la intención de escuchar a la banda pero no de pagar la entrada. Se alcoholizaron y como era de esperarse, se cruzaban el Bulevar de Los Héroes. Un microbús tipo coaster arrolló a un tipo y la multitud vandalizó el vehículo de transporte colectivo.
El local no era adecuado para ofrecer un concierto: Un parqueo de un restaurante de comida mexicana. Daba condiciones de espacio pero no de seguridad. El piso de tierra y piedra suelta, con la lluvia se transformó en un lodazal. El portón, de una frágil malla ciclón, dejó ver el evento a cualquiera que estuviese fuera.
La tarima era muy pequeña y con fácil acceso para que cualquiera se subiése en ella. No hubo dispositivo de seguridad alguno. Muchos andaban con patinetas y hasta alguien con una navaja suiza. Vendieron cerveza en botella de vidrio… Esto dará un panorama del desastre que se avecinaba.
Se anunció que Dos Minutos llegó a El Salvador entrada la tarde, y era de esperar que se tardaran en arribar a la capital. El famoso “Meet & Greet” quedó programado para después del concierto.
Los teloneros.
Abrió la jornada la banda Podridos, que no ofrecieron nada nuevo.
Luego tocó el turno de Los Rosty, punk rock de la vieja escuela, a la que pertenecemos. Efectivamente se notó la calidad interpretativa y la profesionalidad de los músicos. Sonaron temas clásicos como El Genio, La Alienada, Balas de Goma, Chorizos de Cojute. El mosh se sentía y la gente se animó.
Números Rojos de Costa Rica, trajeron sonido de Ska-Core a El Salvador. Su música movió a la gente pero al final empalagó. Casi todas las canciones sonaban igual.
Luego tocó una banda nicaragüense, que no recuerdo su nombre. Fue lo más flojo del preámbulo. La gente se quedó parada escuchando su música basura. Muy aburrida su interpretación.
El plato fuerte.
El concierto estaba organizado para iniciar a las 7:00 pm. Dos Minutos no estaba en el lugar a las 12:00 de la medianoche. La gente estaba ya alcoholizada e impaciente. El ambiente era una porqueriza ya que la lluvia formó lodo.
Los organizadores abrieron el portón y la gente que no pagó su entrada, ingresó al concierto bien vergón. Total irrespeto para quiénes si colaboramos con el financiamiento del evento.
Llegó la banda argentina como a las 12:30 am. Iniciaron con problemas técnicos de sonido. No se escuchaba la voz del Mosca pero lograron así, tocar al menos 3 temas. La voz del Mosca casi no se apreciaba.
Aquí inició el desastre, muchos pendejos, porque no puedo llamarlos de otra manera, se subieron al escenario. Lo hicieron tambalear. El Mosca se llevó uno de los sustos de su vida y dejó de cantar. La banda se rehusaba a continuar. El Mosca gritaba: “Para boludo. Se van a lastimar”.
Los organizadores pedían a la gente que se hiciese para atrás. Cada petición era en vano. La gente no hacía el mínimo caso.
La banda se bajó del escenario. El público enardecido descargaba su frustración con piedras hacia el escenario. Movían la tarima de un lado para otro.
Muchas personas optaron por retirarse.
Varios hechos violentos se dieron en el mosh. Un tipo golpeó con su patineta de skateboarding a alguien en el rostro. Huyó y se perdió entre la multitud. En otra de las peleas, alguien sacó una navaja suiza. La seguridad era inexistente.
Alrededor de las 2:00 am Dos Minutos volvió s subir al escenario. Esta vez sin bajo. Solo con guitarras y batería. El micrófono del Mosca ya sonaba bien. Tocaron 4 canciones más.
Sonó Aquaman y sin más, se bajaron del escenario.
Así finalizó esta jornada cagada.
La tarima era muy pequeña y con fácil acceso para que cualquiera se subiése en ella. No hubo dispositivo de seguridad alguno. Muchos andaban con patinetas y hasta alguien con una navaja suiza. Vendieron cerveza en botella de vidrio… Esto dará un panorama del desastre que se avecinaba.
Se anunció que Dos Minutos llegó a El Salvador entrada la tarde, y era de esperar que se tardaran en arribar a la capital. El famoso “Meet & Greet” quedó programado para después del concierto.
Los teloneros.
Abrió la jornada la banda Podridos, que no ofrecieron nada nuevo.
Luego tocó el turno de Los Rosty, punk rock de la vieja escuela, a la que pertenecemos. Efectivamente se notó la calidad interpretativa y la profesionalidad de los músicos. Sonaron temas clásicos como El Genio, La Alienada, Balas de Goma, Chorizos de Cojute. El mosh se sentía y la gente se animó.
Números Rojos de Costa Rica, trajeron sonido de Ska-Core a El Salvador. Su música movió a la gente pero al final empalagó. Casi todas las canciones sonaban igual.
Luego tocó una banda nicaragüense, que no recuerdo su nombre. Fue lo más flojo del preámbulo. La gente se quedó parada escuchando su música basura. Muy aburrida su interpretación.
El plato fuerte.
El concierto estaba organizado para iniciar a las 7:00 pm. Dos Minutos no estaba en el lugar a las 12:00 de la medianoche. La gente estaba ya alcoholizada e impaciente. El ambiente era una porqueriza ya que la lluvia formó lodo.
Los organizadores abrieron el portón y la gente que no pagó su entrada, ingresó al concierto bien vergón. Total irrespeto para quiénes si colaboramos con el financiamiento del evento.
Llegó la banda argentina como a las 12:30 am. Iniciaron con problemas técnicos de sonido. No se escuchaba la voz del Mosca pero lograron así, tocar al menos 3 temas. La voz del Mosca casi no se apreciaba.
Aquí inició el desastre, muchos pendejos, porque no puedo llamarlos de otra manera, se subieron al escenario. Lo hicieron tambalear. El Mosca se llevó uno de los sustos de su vida y dejó de cantar. La banda se rehusaba a continuar. El Mosca gritaba: “Para boludo. Se van a lastimar”.
Los organizadores pedían a la gente que se hiciese para atrás. Cada petición era en vano. La gente no hacía el mínimo caso.
La banda se bajó del escenario. El público enardecido descargaba su frustración con piedras hacia el escenario. Movían la tarima de un lado para otro.
Muchas personas optaron por retirarse.
Varios hechos violentos se dieron en el mosh. Un tipo golpeó con su patineta de skateboarding a alguien en el rostro. Huyó y se perdió entre la multitud. En otra de las peleas, alguien sacó una navaja suiza. La seguridad era inexistente.
Alrededor de las 2:00 am Dos Minutos volvió s subir al escenario. Esta vez sin bajo. Solo con guitarras y batería. El micrófono del Mosca ya sonaba bien. Tocaron 4 canciones más.
Sonó Aquaman y sin más, se bajaron del escenario.
Así finalizó esta jornada cagada.
Estamos mal como escena.
Estando ya casi finalizando 2015 y como salvadoreños no avanzamos, llevamos el tercermundismo muy arraigado y estos se refleja en nuestras acciones. No sabemos comportarnos ante una de las bandas más representativas del punk rock latinoamericano.
Dos Minutos hizo hasta lo imposible por tocar de una manera decente, pero las condiciones no lo permitieron.
Sí alguna vez Dos Minutos llega a leer estas líneas, espero que no piensen que todos los salvadoreños somos como el grupo de trogloditas que arruinó el concierto.
Agradezco a los organizadores por el gesto genuino de traer a una banda como Dos Minutos. La inciativa fue excelente pero la ejecución del proyecto fue el problema.
Hoy por hoy la escena punk rock en el país está muerta.
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